Geronimo Stilton. En el Reino de la fantasía

¡Era la mañana del 21 de junio! Es el primer día del verano, y Geronimo se dirige hacia el trabajo. Nada más llegar le decían: se está inundando el sótano, Geronimo, está lloviendo. Geronimo, tienes un grano en el morro.
Geronimo se fue del trabajo se fue a su casa, y subió hacia el desván. Allí encontró una pequeña cajita con unos diamantes de colores en los alrededores. De pronto una luz brillante salió de la caja y se formaron unas escaleras de color dorado.
Cuando llegó al final de las escaleras se encontró con una puerta dorada y la abrió
con una pequeña llave dorada que había al lado. Cuando la abrió se adentró en el Reino de la fantasía. Se encontró con un sapo llamado Plumilla y le confundió con un caballero.
El sapo le explicó que tenía que ir al Reino de las hadas para salvar a la reina. Geronimo aceptó. Se adentró en el Reino de las brujas y antes de la medianoche debía salir de ahí. Geronimo consiguió escapar y entró al Reino de las sirenas. De la cajita salió una carpa de oro. Geronimo fue hasta el castillo de la reina y le tuvo que dar la carpa de oro y contarle un cuento, y Geronimo pasó al Reino de los dragones. Allí tuvo que contarle al rey de los dragones una historia de dragones. Geronimo pasó al reino de los Gnomos y de la cajita salieron dos anillos. Geronimo fue al castillo de los Gnomos y les regaló los dos anillos. Y los gnomos le dejaron pasar al Reino de los gigantes.
Después, en este reino, le tuvo que contar a un gigante una historia de la no violencia. Y al fin Geronimo llegó al Reino de las hadas. Allí tuvo que librarse de una peste para que la reina despertarse de su largo sueño. Geronimo se libró de esa peste y la reina le compensó con irse de vuelta a su mundo real. LLegó un dragón de oro y le llevó hasta el mundo real. Geronimo apenas se acordaba de lo que sucedió, y escribió un libro durante 3 meses sobre lo que recordaba del Reino de la fantasía, y su libro se hizo muy famoso.

Este libro es muy largo pero leéroslo. Si queréis saber más, pedídselo a Enrique que es el que lo tiene.


FIN.