Geronimo Stilton. La isla del tesoro fantasma.

Una mañana, cuando Geronimo estaba súper ocupado, llegó a su oficina su hermana Tea. Tea le dijo a Geronimo que si se quería ir de vacaciones con Trampita, Benjamín y ella.
Geronimo miró su agenda y dijo que no podía, que era la semana que más ocupado estaba. Cuando Geronimo dijo que no, llegó su sobrino Benjamín y le suplicó que fuera de vacaciones con ellos y entonces dijo que sí.
A la hora tenían las maletas hechas y se dirigieron al aeropuerto para ir a la isla. Les estaba esperando su piloto privado que se llama Estrellón. Se montaron en el avión y Estrellón dijo: -Ya no me acuerdo cómo se enciende el motor, y se echó a reír.
Cuando despegaron se puso el cielo nublado y Geronimo dijo: -¿Es peligroso?.
Tea dijo: -En la televisión dijeron que no iba a llover.
Estrellón aterrizó bajo el mar. Con la presión del agua no se podían abrir las puertas del hidroavión. Cuando se quedó en lo bajo del mar sí pudieron abrir las puertas. Geronimo cogió de la pata a Benjamín y lo más rápido que pudieron se fueron a una isla. Cuando llegaron a la playa se echaron los cuatro. Benjamin se puso al lado de su tío Geronimo para que le diera calor. Geronimo, antes de montarse en el hidroavión, se leyó una guía de la isla y de pronto se acordó de que en la isla que estaban, había un tesoro pirata escondido.
Al día siguiente, Trampita le hizo una broma a Geronimo. Le dijo Trampita a Geronimo: -Primo, tienes una sanguijuela en el morro y Geronimo se echó a correr y lo que tenía era un trapo mojado. Todos se echaron a reír y de pronto Benjamin vió un cangrejote que estaba detrás de Geronimo y entonces ya no se lo creyó, y Benjamin le estaba diciendo que era verdad. Cuando se dió la vuelta se encontró el cangrejo y despacio fue dando pasos hacia atrás hasta que Benjamin estornudó muy rápido y el cangrejo cogió a Geronimo y lo echó a un nido de perdíces.

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