Era una perezosa tarde de octubre. Geronimo estaba sentado en su sillón con un libro y una taza de café, sentado junto al fuego.
Pasado un rato recibió un mensaje del profesor Geroglif. Decía que en el Museo de Historia egipcia, había una momia. Geronimo fue pitando hacia allí. Cuando llegó al museo vio un ataúd de momia, y al lado había un cartel en el que ponía: La momia sin nombre.
Geronimo investigó todo el museo, y por fin encontró a la momia. Geronimo se asustó y se fue a esconderse. De pronto vio a la mujer de la limpieza, y Geronimo vio que tenía algo en la mano. La anciana empezó a correr y nuestro amigo consiguió alcanzarla. Era la ladrona Sombra. Geronimo también averiguó que ella era esa momia disfrazada. Geronimo llamó a la policía y se llevaron a Sombra a la cárcel.
Al día siguiente su sobrino Benjamín organizó una terrorífica fiesta de momias.
Si queréis saber más detalles sobre este divertido libro ya sabéis.
PEEEEEEEEEEDDDDDDIIIIIIIIDDDMMEEELOO.
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