Una mañana Geronimo salió de su oficina y se dirigió al local más famoso de la ciudad. Allí se sentó en la barra y el camarero le dijo: -¿Lo de siempre señor Stliton? Geronimo le dijo: -Sí, lo de siempre Gomino.
Gomino le dijo a Geronimo que si le tocase el lotorratón se crearía su propio negocio de cocinero. Geronimo le dijo: -Se equivoca quien sueña con cambiar su vida a golpe de lotería.
Cuando Geronimo se fue, Gomino le dijo que sí quería un billete de lotería y Geronimo se negó.
Abriendo su oficina, a Geronimo se le pasó un papel y lo cogió. Era un billete de Lotorratón. Sin pensárselo se lo guardó en el bolsillo porque llegaba tarde a una reunión.
Eran las 5 de la tarde y se acordó del billete de lotería y se metió la mano en el bolsillo y no lo tenía. Geronimo dijo: -A mí me da igual, no me gustan los juegos, y siguió con su trabajo.
Por la puerta entró corriendo la ayudante de Geronimo y decía que un helicóptero iba a caer sobre su oficina y corriendo lo cogió de la manga y subieron para el tejado a verlo.
El helicóptero aterrizó y salió un tipo repleto de joyas de todo tipo. De lejos, Geronimo no lo reconocía, pero cuando se acercó era su, ¡primo Trampita!. Trampita corrió hacia Geronimo y gritando le dijo: -¡He ganado el Lotorratón!.
Trampita le dijo a su primo que si había visto su helicopterito, que si había visto su nueva limusina amarilla, un yate color amarillo, un super castillo de color queso... Todos los canales eran para su publicidad y salía en todos los programas.
Al día siguiente salió en las noticias que Trampita era candidato para ser alcalde de Ratonia.
Sí queréis saber más, está en la biblioteca del colegio.
¡Espero que os guste!!!!!!!!
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