Geronimo estaba una mañana durmiendo en su casa y sonó el teléfono. Lo cogió y al otro lado decían: - Despierta, despierta. Y Geronimo le colgó y se durmió otra vez. Luego, a las 9 se levantó para ir a su oficina. Cuando entró en su despacho, estaba ahí su abuelo y le dijo que había que recortar gastos y que había despedido a todos los empleados. Que le iba a mandar a las pirámides de queso, a entrevistar a un famoso que se llamaba Alquimio Detritus. Había descubierto una cosa para poder tener electricidad sin luz.
Si queréis saber el final, está en la biblioteca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario