Era una oscura tarde de Octubre. Geronimo tenía una cita con su primo Benjamín. Benjamín le dijo a Geronimo que si podía ayudarle a hacer una fiesta de Halloween con sus amigos. Geronimo dijo que encantado, que le ayudaría. Entonces fueron a la tienda de Halloween de la ciudad y cuando entraron, el propietario de la tienda le gastó una broma a Geronimo.
Decidieron ir al día siguiente porque no estaban seguros de lo que les gustaba. Al salir de la tienda, un ratón le gastó una broma y le dijo a Geronimo que tenía un caso de Halloween. Geronimo se negó a ayudarle porque tenía que hacerle la fiesta de Halloween a su sobrino Benjamín.
Al día siguiente, Geronimo fue a la tienda de Halloween, pero entrando, se encontró al propietario llorando. Geronimo le preguntó que por qué estaba llorando y él le dijo que le habían robado toda la tienda por la noche. En la radio del autobús, Geronimo oyó que alguien había robado en todas las tiendas de bromas.
Cuando fue al Centro comercial, en la verdulería no quedaban calabazas porque las habían robado por la noche. Cuando llegó Geronimo a su casa, puso las noticias y oyó que decían que alguien había robado todas las calabazas de la ciudad. Geronimo le había prometido comprarle a su sobrino Benjamín, la calabaza más grande para Halloween.
Entonces Geronimo fue corriendo a casa de Metomentodo.
Sí queréis saber lo que pasa en Halloween, pedídmeloooooo.
Está muy chulo.
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