Kika está muy nerviosa. En su libro de hechizos hay dos páginas pegadas y por costumbre son las que más le interesan. Un poco más tarde mete la nariz en el libro y despiden un aroma de lo más exótico y embriagador, un aroma que no había olido antes. En ese momento Kika escucha un ruido en el pasillo, pero de una mirada a la puerta sabe que nadie le puede molestar. Ha colocado una silla de forma que no pueda girar el picaporte. En ese momento su hermano pequeño, Dani, se echa sobre la puerta y dice: - ¡Kika ábreme! !Mamá me ha comprado una cosa!
Si queréis saber más, pedidme el libro y os lo podéis leer, es muy chulo.
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