Cuando mamá pata tuvo sus pollitos, el último salió gris. Nadie lo quería, ni siquiera sus padres. Sus hermanos se reían de él porque no era de su color y le decían el patito feo. Un día (ya estaba harto de que se metieran con él) se fue de la granja. Caminando se encontró con un perro, y ¿cómo no? el perro fue detrás suya. Entonces una anciana que pasaba por allí lo acogió en su casa durante un tiempo corto, hasta que volvió a irse. Pero entonces se encontró con una familia de..... que resultó que eran como él. Si queréis saber qué pasa, leéroslo.
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