El hijo del hombre se cayó al suelo y se rompió una pierna. El hombre le dijo a su caballo que llevase a su hijo al hospital, y el caballo lo llevó. Poco tiempo después el gobernador de las tierras vino con su ejército para llevarse al hijo del hombre, pero no se lo llevaron porque tenía la pierna rota. Y en su lugar se llevaron a todo el pueblo a la guerra y esa fue la suerte del joven. Se libró de ir a la guerra.
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