viernes, 18 de mayo de 2012
Geronimo Stilton. La excursión a las cataratas del Niágara.
Aquella noche cayó un diluvio. Las gotas repiqueteaban contra los cristales con un ruido atronador: Chaf, chaf, chaf. Geronimo se durmió protestando. A la mañana siguiente, cuando se despertó y vio el reloj dijo: ¡Llego tarde! Y corriendo se fue a casa de su tía Lupa donde vivía su sobrino Benjamín. Cuando llegó dijo: ¡Auff, justo, justo, justo a tiempo para acompañar a Benjamín a la escuela! Pasaron por el Eco del Roedor, el periódico más famoso de la isla de los ratones.
Cuando llegaron a la escuela, Geronimo dijo: ¡Qué confusión! Muchos ratoncitos iban acompañados por sus padres, otros se bajaban del autobús. La campana de la escuela sonó, entonces entró una roedora rubia, con ojos azules. Iba diciendo: Buenos días, soy la maestra Ratitila de Ratilis.
Geronimo dijo: Buenos días yo soy el tío de Benjamín. Geronimo estaba a punto de salir, pero la maestra dijo: ¡Hoy decidiremos adónde vamos de excursión! y le preguntó a Geronimo si podía pedirle la opinión para ir a.......
Si queréis saber más, pedídmelo. Está chulísimo.
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