En Navidad siempre está nevando y al tío Gilito no le gusta porque tiene que cerrar la oficina y a él no le gusta cerrarla porque pierde dinero.
Un día, Donald fue a hablar con Gilito para ver si podía adelantarle las vacaciones y poder comprar los regalos. Gilito le dijo que no, que ni mucho menos. Donald estaba trite y no pudo trabajar bien. Cuando llegó a su casa, se fue a su habitación y se puso malo. Después ya fue la hora de la cena y decoraron el árbol de Navidad.
Gilito tuvo un sueño. En éste, él era niño y su padre le trajo un árbol de Navidad y lo decoraba. Al día siguiente, fue a la mejor tienda de Patolandia y le compró muchos juguetes a sus nietos.
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