jueves, 17 de mayo de 2012
¿Quién dice NO a la drogas?
Una mañana, la madre de Pablo no podía esperar más para irse a las rebajas de grandes almacenes. Se levantó corriendo, hizo el desayuno en menos de un minuto, levantó a su marido Jacinto y a su hijo Pablo y cuando dijo buenos días se marchó volando. Fue a los almacenes a toda prisa, pero le costaba debido a su peso. Su hijo Pablo y su marido Jacinto también tenían un peso un poquito especial. Cuando llegó a la puerta de los grandes almacenes, un montón de gente, empujando y nerviosa esperaba a que abrieran la puerta para ir al ataque. Abrieron las puertas y toda la gente empezó a correr como si no hubiese mañana.
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