sábado, 5 de mayo de 2012

¿Quién quiere a los viejos?

Este libro habla de que hay unos ancianos llamados Evaristo y Violeta. Evaristo quería a Violeta y estaba dispuesto a pedirle la mano a ella. Evaristo quiso pedirle algunos consejos a la sobrina de Violeta, que se llamaba Josefina. A la sobrina de Violeta no le gustó mucho el plan, así que ella no quería que se casaran para que ella se quedara con la herencia. Josefina se llevó a su tía a su casa un tiempo. Allí, Violeta lo pasaba muy mal. Evaristo también lo pasaba mal porque antes, Josefina le dijo que Violeta se iba allí un tiempo. Ya en la casa, Violeta tenía que dormir con Remedios, la hija de Josefina. A Remedios, no le gustó nada eso. Cuando la primera noche pasó, Remedios no pudo dormir casi nada porque Violeta era de las que roncaban. A Violeta le cambiaron el cuarto. Era un cuarto que no tenía ventanas, triste y con las paredes húmedas. Un día, Josefina y toda su familia, salieron a ver casas para comprar alguna que les gustase. Encontraron un chalet que era muy bonito. A toda la familia le gustó, preguntaron el precio y era muy caro. Josefina, hizo cuentas y dijo que si vendían el piso de Violeta, todas sus cosas, la casa de aquella familia y unos cuantos ahorros, podrían comprar aquel chalet que les gustaba tanto.
Un día fueron al zoológico y Violeta se fue cada vez cansando más por culpa de unas gotitas de algo que no me acuerdo, que Josefina se echó. Violeta se desmayó y Josefina la puso detrás de unos arbustos que había alli. Cuando cerraron, un guardia se la encontró y rápidamente llamó a una ambulancia. Depués de unos días en el hospital, la llevaron a una residencia de ancianos. Severino, que era el marido de Josefina, le dijo a Evaristo y a la familia de Pablo la dirección para que ellos pudieran ir a visitarla. Cuando entraron en la residencia...
Si queréis saber el final, leéroslo. Está muy chulo.


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