Salomón no deseaba ní ríqueza, ni poder, ni muchos años de vida. Sólo quería ser justo, gobernar bien y decidir bien, para no perjudicar a su pueblo. Un día, el rey Salomón, uno de los reyes más famosos, más ricos y, sobre todo, más sabios de los que reinaron sobre el pueblo de David, vio el pastorcito que era y que había matado a mucha gente...
Si queréis leerlo, me lo decís.
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