Un día, Gerónimo, cuando fue a trabajar, notó que le perseguían. Corrió, y el que le perseguía le siguió también, ¡qué raro!. Cuando entró en el Eco del Roedor, el hombre que le perseguía se quedó en frente de su despacho, ¡qué raro!. Llegó a su casa y el hombre le perseguía todo el rato.
Si queréis saber cómo acaba, leeros el libro. Está muy chulo :)
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