Lázaro de Tormes, hijo de Antonia Pérez y Tomé González, había nacido en la orilla del río Tormes, por lo que le habían puesto dicho nombre. Cuando él tenía menos de diez años, su padre murió y Antonia se quedó viuda. Volvió a casarse, mientras Lázaro trabajaba en una posada. Allí conoció a su primer amo, al cual le siguieron otros. El ciego: El cual le hizo pasar malos ratos, pero le sirvió como enseñanza muy útil para su vida posterior. El clérigo: Con el cual, casi no encontraba nada para comer. El escudero: Con el cual corrió peligro, porque debía dinero. El fraile: Al que no le gustaban los rezos, comer en el convento ni hacer las prácticas que suelen hacer los frailes normales. Lázaro lo dejó al cabo de una semana. El buladero: Las bulas eran documentos que se daban en la Edad Media para conceder privilegios a personas, pero las bulas que daba solían ser falsas y por ello era perseguido. El capellán: Le puso a trabajar para él y le fue muy bien por lo que, a los cuatro años de trabajar para él, tenía ahorrado para ir bien vestido y vivir dignamente, entonces lo dejó. El alguacil: Su séptimo y último amo. No duró mucho, por considerar el oficio muy peligroso. Tras dejar al alguacil, tuvo el cargo de pregonero de la ciudad. Se casó con una de las criadas del San Salvador, el cual le tenía mucho aprecio y podía pedirle todos los favores que quisiera. Por cierto ya se sabe quién fue el autor del Lazarillo de Tormes se llama ...
Os lo recomiendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario