Iba a ser el cumpleaños de Muca, así que invitó a mucha gente. Melva, su hermana, era cocinera y dijo que iba a hacer un delicioso pastel de chocolate. Tanto se corrió el rumor, que se enteró hasta la archiduquesa. Melva, sorprendida, la llamó y la archiduquesa le dijo que sabía un sitio donde había avellanas para poder elaborar el pastel. Ella se dirigió al Burgdof, que era un castillo viejo, y muy antiguo. Llegó muy temprano y le habló un tal Markus, que según él, era un espléndido recogedor de avellanas, y se dirigieron al huerto. Cuando terminaron, Markus desapareció y se convirtió todo en un bosque. Ella, asustada, se dirigió a la torre donde se mareó y se cayó al suelo.
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